Corte Emocional

El concepto de corte emocional describe cómo las personas manejan sus problemas emocionales no resueltos con padres, hermanos y otros miembros de la familia, reduciendo o eliminando por completo el contacto emocional con ellos. Las personas pueden reducir el contacto emocional alejándose de sus familias y visitándolas rara vez, o quedándose en contacto físico con ellas, pero evitando los temas delicados. Las relaciones pueden parecer estar “mejor” si las personas se desconectan entre sí, pero los problemas están latentes y sin resolver.

Las personas reducen las tensiones de las interacciones familiares mediante el corte emocional, pero arriesgan darles demasiada importancia a sus nuevas relaciones. Por ejemplo, mientras más se desconecte un hombre de su familia de origen, más buscará que su esposa, hijos y amigos satisfagan sus necesidades. Esto lo hace vulnerable a presionarlos para que actúen de ciertas maneras de acuerdo a sus necesidades o a que él se ajuste demasiado a las expectativas que ellos tienen de él, por miedo a poner en peligro la relación. Las relaciones nuevas comúnmente son fáciles al principio, pero los patrones de los cuales las personas intentan escapar, eventualmente emergen y generan tensiones. Las personas que están en corte emocional pueden intentar estabilizar sus relaciones íntimas al crear “familias” sustitutas con relaciones sociales y de trabajo.

Todas las personas tienen un cierto grado de apego no resuelto a su familia de origen, pero las personas bien diferenciadas tienen un grado mayor de resolución que las personas menos diferenciadas. Un apego no resuelto puede tomar muchas formas. Por ejemplo, (1) una persona se siente más como hijo cuando está en casa y busca que sus padres tomen decisiones por él, aunque él podría tomarlas por sí mismo, o (2) una persona se siente culpable cuando tiene más contacto con sus padres y siente que debe resolver los conflictos y angustias de ellos, o (3) una persona se enfurece de que sus padres no parecen entenderlo o aprobarlo. Un apego no resuelto tiene que ver con la inmadurez tanto de los padres como del hijo adulto, pero las personas comúnmente se culpan a sí mismas o a otros por los problemas.

Las personas comúnmente quieren ir a la casa de su familia de origen, con la esperanza de que ahora si, las cosas van a ser diferentes, sin embargo, las antiguas interacciones suelen aparecer en cuestión de horas. Pueden tomar la forma de armonía superficial con poderosas corrientes emocionales de trasfondo, o puede deteriorarse en peleas a gritos e histeria. Tanto la persona como su familia pueden sentirse exhaustos, incluso después de una breve visita. Puede ser más fácil para los padres si un hijo adulto mantiene su distancia. La familia se pone tan ansiosa y reactiva cuando él está en casa que se sienten liberados cuando se va. Los hermanos de un miembro muy distanciado a menudo se enfurecen con él cuando está en casa, y lo culpan de molestar a los padres. Los miembros familiares no quieren que las cosas sean así, pero las sensibilidades de todos los involucrados impiden el contacto cómodo.

Ejemplo

Ni Miguel ni Marta querían vivir cerca de sus familias. Cuando a Miguel le ofrecieron un buen trabajo en la Costa Este, ambos estaban ansiosos de mudarse. Les dijeron a sus familias que se cambiaban de ciudad por la excelente oferta de trabajo de Miguel, pero deseaban la distancia física de sus familias. Miguel se sentía culpable por vivir lejos de sus padres, y sus padres estaban disgustados por ello, especialmente su madre. Miguel llamaba a su casa todos los fines de semana y lograba combinar sus viajes de negocios con estadías breves con sus padres. Nunca tenía muchas ganas llamarlos y generalmente se sentía deprimido al concluir la llamada. Sentía como si su madre deliberadamente lo hiciera sentir culpable al hacer hincapié en lo mal que se sentía ella y lo mucho que lo extrañaba. Nunca dejaba de preguntarle si su compañía podría transferirlo más cerca de casa. Era mucho menos deprimente para Miguel hablar con su padre, pero hablaban más bien acerca del trabajo de Miguel y de lo que hacía su padre jubilado.

Análisis: Miguel culpaba a su madre por los problemas en la relación con ella y, a pesar de sentirse culpable, justificaba su distanciamiento de ella. Las personas suelen tener un apego emocional no resuelto más “pegajoso” con sus madres que con sus padres, porque la manera en que un triángulo parental normalmente opera es que la madre está sobreinvolucrada con el hijo y el padre está en la posición externa.

Durante los primeros años, Marta en ocasiones participaba en las llamadas que hacía Miguel a su casa, pero al incrementarse los problemas, comenzó a déjalo solo. Miguel no les contaba mucho a sus padres de la afición por la bebida de Marta o de las tensiones en su matrimonio. Les platicaba cómo les iba a las niñas. Miguel, Marta y las niñas solían visitar una vez al año a los padres de Miguel. Nunca era motivo de contento los cuatro días que pasarían allá, pero la madre de Miguel disfrutaba tenerlos cerca. Marta nunca decía nada a los padres de Miguel acerca de su bebida o de las tensiones maritales, pero le hablaba mucho de Amy a la madre de Miguel. Amy a menudo desarrollaba infecciones en el oído durante estos viajes o poco después de regresar.

Análisis: A menudo, uno o más miembros de la familia se enferman antes, durante o poco después de los viajes a casa de sus padres. Amy era más vulnerable debido al enfoque ansioso en ella.

Marta se apegaba a un patrón parecido al de Miguel al tratar con su familia. Una diferencia era que sus padres los visitaban a menudo. Cuando venían, la madre de Marta se preocupaba más de su hija y criticaba tanto su manera de beber como la manera en que estaba criando a Amy. Marta temía estas interacciones con su madre y se quejaba con Miguel durante varios días después de que sus padres regresaban a su casa. Sin embargo, en el fondo, Marta sentía que su madre tenía razón sobre sus deficiencias. La madre de Marta le sacaba información a Miguel acerca de Marta cuando esta se resistía a hablar. Miguel estaba muy dispuesto a discutir las deficiencias que percibía en Marta con su madre.

Análisis: Dadas las increíbles similitudes entre los problemas no resueltos en la relación de Miguel con su familia, la relación de Marta con su familia, y los problemas en su matrimonio, el corte emocional obviamente no resolvió ningún problema. Simplemente trasladó los problemas hacia su relación marital y hacia Amy.