Proceso de Transmisión Multigeneracional
El concepto del proceso de transmisión multigeneracional describe la manera en que pequeñas diferencias en los niveles de diferenciación entre los padres y sus hijos y entre los miembros de un grupo de hermanos conllevan, a lo largo de muchas generaciones, a diferencias pronunciadas en la diferenciación entre los miembros de una familia multigeneracional. La información que crea estas diferencias se transmite de generación en generación a través de las relaciones. La transmisión ocurre en varios niveles que están conectados entre si, desde la enseñanza y el aprendizaje conscientes de la información, hasta la programación automática e inconsciente de comportamientos y reacciones emocionales. La información transmitida en forma genética y aquella transmitida a través de las relaciones interactúan para dar forma al self de un individuo.
El hecho de que el nivel de diferenciación del self de una persona es similar a los niveles de sus padres, resulta de la combinación de padres que activamente dan forma al desarrollo de sus hijos, hijos que responden innatamente a los estados de ánimo, actitudes, y acciones de sus padres, y un largo período de dependencia de los hijos. Sin embargo, los patrones de relación de los sistemas emocionales de la familia nuclear frecuentemente resultan en que al menos un miembro del grupo de hermanos desarrolle un poco más self y otro miembro desarrolle un poco menos self que los padres.
El siguiente paso en el proceso de transmisión multigeneracional es que las personas seleccionen, de manera predecible, parejas con niveles de diferenciación del self que coinciden con los suyos. Por tal motivo, si el nivel de self de un hermano es más alto y el nivel de self de otro hermano es más bajo que el de los padres, el matrimonio de un hermano será más diferenciado y el matrimonio del otro hermano será menos diferenciado que el matrimonio de los padres. Si cada hermano luego tiene un hijo que está más diferenciado y un hijo que está menos diferenciado que él mismo, una línea de tres generaciones se torna progresivamente más diferenciada (el hijo más diferenciado del hermano más diferenciado) y otra línea se torna progresivamente menos diferenciada (el hijo menos diferenciado del hermano menos diferenciado). A medida que estos procesos se repiten a lo largo de varias generaciones, las diferencias entre las líneas familiares son cada vez más marcadas.
El nivel de diferenciación del self puede afectar la longevidad, la estabilidad matrimonial, la reproducción, la salud, los logros educativos, y el éxito profesional. Este impacto de la diferenciación en el funcionamiento general en la vida explica la marcada variación que típicamente existe en las vidas de los miembros de una familia multigeneracional. Las personas altamente diferenciadas tienen familias nucleares inusualmente estables y contribuyen en gran medida a la sociedad; las personas poco diferenciadas tienen vidas personales caóticas y dependen en gran medida de los demás para que los sustenten. Una implicación clave del concepto multigeneracional es que las raíces de los problemas humanos más severos, así como las raíces de los más altos niveles de adaptación humana, tienen una profundidad de varias generaciones.
El proceso de transmisión multigeneracional no sólo programa los niveles de self que desarrollan las personas, sino que también programa la manera en que las personas interactúan con los demás. Ambos tipos de programación afectan la selección de un cónyuge. Por ejemplo, si una familia programa a alguien a apegarse intensamente a los demás y a funcionar de una manera impotente e indecisa, esa persona muy probablemente seleccionará una pareja que no solamente se apegue a ella con la misma intensidad, sino que dirija a los demás y tome decisiones por ellos.
Ejemplo
El proceso de transmisión multigeneracional contribuye a explicar los patrones particulares que se han presentado en la familia nuclear de Miguel, Marta, Amy y Marie. Marta es la menor de tres hijas de una familia intacta del Centro de los Estados Unidos. Desde sus años de adolescencia, Marta no se sentía especialmente cercana a ninguno de sus padres, pero particularmente a su madre. Experimentó a su madre como alguien competente y cariñosa, pero frecuentemente crítica e intrusiva en sus cosas. Marta sentía que no le podía dar gusto a su madre.
Sus hermanas parecían sentirse más seguras y competentes que Marta. Ella se preguntaba cómo podía crecer en una familia aparentemente “normal” y tener tantos problemas, y se contestaba que algo debía estar mal en ella. Cuando enfrentaba dilemas importantes en su vida y tenía decisiones que tomar, su madre se involucraba e influía fuertemente en sus elecciones. Su madre decía que Marta debía tomar sus propias decisiones, pero sus acciones no iban de acuerdo con sus palabras. Uno de los mayores temores de su madre era que Marta tomara la decisión equivocada. Con el tiempo, las hermanas de Marta la terminaron viendo como la veía su madre y la trataban como la bebé de la familia, como alguien que necesitaba una guía especial. El padre de Marta sentía empatía con la posición inferior que ella ocupaba en la familia, pero se distanciaba de las tensiones familiares.
Marta se odiaba a sí misma por necesitar la aceptación y aprobación de los demás para funcionar con efectividad, y por sentir que no podía actuar con más independencia. Temía tomar la decisión equivocada y con frecuencia buscaba a su madre para que la ayudara.
Análisis: El principal patrón de relación en la familia de origen de Marta era el deterioro en uno o más de los hijos y el proceso de proyección se enfocaba primordialmente en Marta. El sobrefuncionamiento de la madre promovía el funcionamiento deficiente de Marta, pero Marta se culpaba en gran medida a sí misma por sus dificultades para tomar decisiones y para funcionar independientemente. Su intensa necesidad de aprobación y de aceptación reflejaba el alto nivel de involucramiento con su madre. Manejaba la intensidad de la relación con su madre a través de distancia emocional. Estos patrones básicos se repetirían más tarde en su matrimonio y con Amy.
La madre de Marta es la hija mayor en su familia y funcionó como una segunda madre para sus tres hermanos menores. La madre de la madre de Marta se convirtió en una minusválida crónica después del nacimiento de su último hijo. Cuando niña, la madre de Marta funcionaba como una segunda madre en su familia y, a petición de su padre, era la que se encargaba principalmente del cuidado de su madre minusválida. La madre de Marta gozaba de la aprobación de sus dos padres, especialmente de su padre. Su padre a menudo criticaba a su esposa, insistiendo en que ella podría hacer más cosas por su cuenta si lo intentara. La abuela de Marta respondía a estas críticas yéndose a la cama, a menudo por varios días. La madre de Marta aprendió a prosperar en el cuidado de los demás y en el ser necesitada.
Análisis: La madre de Marta probablemente tenía un involucramiento casi tan intenso con sus padres como el que tuvo después con Marta, pero los estilos de involucramiento eran diferentes. En la familia nuclear de la madre de Marta dominaban dos patrones de relación: disfunción en un cónyuge y sobreinvolucramiento con un hijo. La madre de Marta estaba intensamente involucrada en los triángulos con sus padres y sus hermanos menores, y estaba en la posición de sobrefuncionamiento para los demás. En otras palabras, aprendió a satisfacer sus necesidades de cercanía emocional fuertemente programadas cuidando de los demás, un patrón que luego repitió con Marta.
Miguel creció como hijo único en una familia intacta del Nor-oeste de los Estados Unidos. Conoció a Marta cuando estaba en la universidad localizada en el Centro. La madre de Miguel comenzó a sufrir de episodios frecuentes de depresión severa en el momento en que el entraba la universidad. Fue internada en hospitales psiquiátricos en dos ocasiones, una vez tras una sobredosis de tranquilizantes.
Miguel se sentía “alérgico” a los muchos problemas de su madre y se mantenía alejado de ella, especialmente durante su adolescencia. Se preocupaba por ella y sentía que ella lo ayudaría en cualquier forma que pudiera, pero la consideraba indefensa e incompetente. Le molestaba que “no se esforzara más”. Tenía una relación razonablemente cómoda con su padre, pero sentía que su padre empeoraba la situación familiar al optar por “la paz a cualquier precio”. A su padre le era más fácil ceder que poner límite ante las exigencias a menudo infantiles, de su esposa. Miguel se relacionaba con su madre casi exactamente igual como lo hacía su padre. Su madre expresaba resentimiento por la pasividad de su esposo. Lo acusaba de que en realidad ella no le importaba, que sólo hacía cosas por ella porque ella se lo exigía. La madre de Miguel tenía a Miguel en un altar y sentía celos de los intereses y las personas que lo alejaban de ella.
Análisis: Interesantemente, el triángulo parental de Miguel era parecido al triángulo parental de la madre de Marta. Su madre estaba involucrada intensamente con él y eso programó a Miguel a necesitar este nivel de soporte emocional de una mujer importante en su vida, pero también a reaccionar críticamente a las necesidades excesivas de esa mujer. El triángulo parental de Miguel también fomentaba la creencia de que él siempre tenía la razón.
La madre de Miguel había sido una “estrella” en su familia cuando estaba creciendo. Era una excelente estudiante y atleta. Tenía una relación muy conflictiva con su madre y una imagen idealizada de su padre. Conoció al padre de Miguel cuando ambos estaban en la universidad. Era dos años mayor que ella y cuando él se graduó, ella dejó la universidad para casarse con él. Sus padres estaban muy molestos por la decisión. El padre de Miguel había estado desocupado cuando conoció a su futura esposa, pero ella era lo que él necesitaba. Construyó una carrera comercial muy exitosa con el apoyo emocional de ella. Su funcionamiento era más alto en su vida profesional que en su vida familiar.
Análisis: El padre de Miguel funcionaba a un nivel más alto en su vida profesional que en su vida familiar, una discrepancia que se presenta comúnmente en las personas con niveles medios de diferenciación del self.