Sistema Emocional de la Familia Nuclear
Sistema Emocional de la Familia Nuclear
El concepto del sistema emocional de la familia nuclear describe cuatro patrones básicos de relación que determinan dónde se desarrollan los problemas en una familia. Las actitudes y creencias de las personas acerca de las relaciones juegan un rol en los patrones, pero las fuerzas que los impulsan son parte del sistema emocional. Los patrones operan en configuraciones familiares intactas, de padre o madre soltera, de padrastro o madrastra, y otras configuraciones de familia nuclear.
Los problemas o síntomas clínicos suelen desarrollarse durante períodos en que la tensión familiar es elevada y prolongada. El nivel de tensión depende del estrés al que se enfrenta una familia, de cómo se adapta una familia al estrés, y de la conexión de una familia con su familia extendida y redes sociales. La tensión incrementa la actividad de uno o más de los cuatro patrones de relación. El lugar en que se desarrollan los síntomas depende de cuales patrones son más activos. Mientras más elevada la tensión, mayor es la probabilidad de que los síntomas sean severos y que varias personas presenten síntomas.
Los cuatro patrones de relación básicos son:
Conflicto marital – Se produce cuando al aumentar la tensión familiar los cónyuges se vuelven más ansiosos, y ambos expresan su ansiedad en la relación marital, centrándose en lo que está mal en el otro, intentando controlarlo y ambos resistiendo al control.
Disfunción en un cónyuge – Ocurre cuando un cónyuge presiona al otro para pensar y actuar de ciertas maneras y el otro cede a la presión. Ambos cónyuges se ajustan para conservar la armonía, pero uno lo hace en mayor medida. En cierto nivel de ansiedad, la interacción es cómoda para ambas personas, pero si la tensión familiar se eleva, el cónyuge subordinado puede ceder tanto autocontrol que su ansiedad se incrementa significativamente. Si otros factores necesarios están presentes, la ansiedad favorece el desarrollo de una disfunción psiquiátrica, médica o social.
Deterioro en uno o más hijos – Se produce cuando los cónyuges enfocan sus ansiedades en uno o más de sus hijos. Se preocupan excesivamente por este hijo y por lo general tienen una imagen idealizada o negativa de él/ella. Mientras más se enfoquen los padres en el hijo, más se enfoca el hijo en ellos. Se comporta más reactivamente que sus hermanos a las actitudes, necesidades y expectativas de los padres. El proceso socava la diferenciación del niño con respecto a la familia y lo hace vulnerable a actuar o interiorizar las tensiones familiares. La ansiedad del hijo puede ser un impedimento para su desempeño en la escuela, para sus relaciones sociales, e incluso para su salud.
Distancia emocional – Este patrón está comúnmente asociado con los otros. Las personas se alejan entre sí para reducir la intensidad de la relación, pero se corre el riesgo de aislarse demasiado.
Los patrones básicos de relación dan como resultado que las tensiones de la familia recaigan en algunas partes de ella. Cuanta más ansiedad absorbe una persona o una relación, menos tendrán que absorber las demás personas. Esto significa que algunos miembros de la familia mantienen su funcionamiento a expensas de otros. Las personas no tienen la intención de dañarse entre sí, pero cuando la ansiedad incide sobre el comportamiento de manera crónica, generalmente alguien sufre por ello.
Ejemplo
Retomando el ejemplo del triángulo parental de Miguel, Marta y Amy para ilustrar el concepto del sistema emocional de la familia nuclear, las tensiones generadas por las interacciones de Miguel y Marta conllevan a una distancia emocional entre ellos y a un foco ansioso sobre Amy. Amy reacciona al sobre involucramiento emocional de sus padres con ella, haciendo demandas inmaduras hacia ellos, particularmente sobre su madre.
Análisis: El sobreinvolucramiento emocional de un padre/madre con un hijo programa al hijo a estar tan enfocado emocionalmente en el padre como lo está el padre en el hijo, y a reaccionar intensamente a las señales reales o imaginarias de alejamiento del padre.
Cuando Amy tenía cuatro años, Marta quedó embarazada otra vez. Ella quería otro hijo, pero pronto comenzó a preocuparse de su capacidad de satisfacer las necesidades emocionales de dos hijos. ¿Se le haría daño a Amy por sentirse excluida? A Marta le preocupaba decirle a Amy que pronto tendría un hermanito o hermanita, queriendo postergar el mayor tiempo posible tener que enfrentarse a su reacción anticipada. Miguel pensaba que eso era tonto, pero se mostraba de acuerdo con Marta. En apariencia, él apoyaba el embarazo, también quería otro hijo, pero le preocupaban las habilidades de Marta para hacerse cargo de dos hijos.
Análisis: Marta externaliza su ansiedad hacia Amy en lugar de hacia su esposo o en lugar de internalizarla. Miguel evita el conflicto con Marta apoyando el foco sobre Amy, y evita enfrentar sus propias ansiedades enfocándose en las habilidades de enfrentamiento de Marta.
Aparte de sus ansiedades moderadamente intensas sobre Amy, el segundo embarazo de Marta fue más fácil que el primero. Nació sin complicaciones otra niña, Marie. Esta vez Miguel se tomó más tiempo fuera del trabajo para ayudar en el hogar, sintiendo y viendo que Marta parecía estar “en el límite”. Comenzó a encargarse de muchos quehaceres de la casa, incluso era más directivo con Marta. Marta estaba obsesionada con que Amy se sintiera desplazada por Marie, y cedía aún más a sus exigencias de atención. Marta y Amy comenzaron a tener conflictos por la disponibilidad de Marta para ella. Cuando Miguel llegaba a casa por la noche, separaba a Amy de su madre y la entretenía. También comenzó a sentirse descuidado y bastante decepcionado por la falta de habilidades de adaptación de Marta.
Marta había sido algo bebedora antes de casarse con Miguel y después de que nació Amy, pero lo había dejado por completo durante el embarazo de Marie. Sin embargo, cuando Marie tenía algunos meses de edad, Marta comenzó a beber nuevamente, en su mayoría vino, durante las tardes y mucho más que antes. Intentaba disimular de alguna manera las cantidades que bebía, temiendo la crítica de Miguel. Él lo hacía. La acusaba de no intentar, de no importarle, y de ser egoísta. Marta encontraba que tel tenía razón. Se sentía cada vez menos capaz de tomar decisiones y cada vez más dependiente de Miguel. Pensaba que él merecía algo mejor, pero también se sentía ofendida por sus críticas y actitudes paternalistas. Comenzó a beber más, incluso durante el día. Miguel comenzó a llamarla alcohólica.
Análisis: Ha surgido el patrón de enfermedad en un cónyuge con Marta como quien hace la mayor cantidad de ajustes en su funcionamiento para conservar la armonía en el matrimonio. Es más fácil para Marta ser el problema, que enfrentarse a Miguel cuando la diagnostica; además, Marta siente que verdaderamente el problema es ella. A medida que se despliega el patrón, Miguel sobrefunciona cada vez más y Marta subfunciona cada vez más. Miguel es tan alérgico al conflicto como lo es Marta, prefiriendo funcionar por ella en lugar de arriesgar la falta de armonía que desencadenaría esperar que ella funcione más responsablemente.
Cuando Amy y Marie estaban en edad escolar, Marta llegó a un punto muy bajo. Se sentía inútil y fuera de control. Sentía que Miguel lo hacía todo, pero que no podía hablar con él. A su médico le preocupaba su salud física. Finalmente, Marta le confió la cantidad que bebía. Miguel la había estado presionando para que buscara ayuda, pero Marta había llegado al punto de resistir casi todas las instrucciones de Miguel. Sin embargo, el médico la asustó y decidió ir a Alcohólicos Anónimos.
Marta se sintió completamente aceptada por el grupo de AA y enormemente liberada al contar su historia. Dejó la bebida casi inmediatamente y desarrolló una conexión muy cercana con su guía, una mujer de mayor edad. Sentía que podía ser ella misma con la gente de AA, de una manera en que no podía hacerlo con Miguel. Comenzó a funcionar mucho mejor en la casa, consiguió un empleo de medio tiempo, también iba frecuentemente a las reuniones de AA. Miguel, quien se había quejado amargamente sobre su manera de beber, ahora se quejaba de lo que él veía como una obsesión por sus nuevos amigos de AA. Marta obtenía cierta fortaleza de aquellos nuevos amigos y se sentía impulsada por ellos para “enfrentar” a Miguel. Lo hizo. Comenzaron a pelearse con frecuencia. Marta se sentía nuevamente más como ella misma. Miguel se sentía amargado.
Análisis: Para Marta, el involucrarse con AA le ayudó a dejar la bebida, pero no solucionó el problema familiar. No ha cambiado el nivel de tensión familiar ni la distancia emocional en el matrimonio. A raíz del “préstamo de fortaleza” de su grupo de AA, Marta está más propensa a pelearse con Miguel, en lugar de complacerle e interiorizar la ansiedad. Esto significa que el patrón marital ha cambiado un poco, de disfunción en un cónyuge a conflicto marital, pero el funcionamiento básico de la familia no ha cambiado. En otras palabras, el nivel de diferenciación del self de Marta no ha cambiado por involucrarse con AA, pero su funcionamiento ha mejorado.