Triángulos

Un triángulo es un sistema de relación entre tres personas. Se le considera la piedra angular o la “molécula” de todo sistema emocional mayor, porque el triángulo es el sistema de relación estable más pequeño. Un sistema emocional de dos personas es inestable en sí mismo, pues tolera poca tensión sin incorporar a una tercera persona. Un triángulo puede contener mucha más tensión antes de involucrar a otra persona, ya que la tensión se puede desplazar entre tres relaciones. Si la tensión se vuelve demasiado alta para ser contenida dentro de un triángulo, esta se extiende a una serie de triángulos “interconectados”. Repartir la tensión puede estabilizar un sistema, pero nada se resuelve.

Las acciones de las personas dentro de un triángulo reflejan, por un lado, sus esfuerzos por mantener los vínculos emocionales con otras personas que le son importantes y, por el otro, las reacciones a la intensidad en esos vínculos. También reflejan la manera en la que las personas toman partido en los conflictos de los demás. Paradójicamente, un triángulo es más estable que una díada, pero un triángulo crea una posición en la que una persona queda excluida. Esta es una posición muy difícil de tolerar. La ansiedad generada por el anticipar estar, o en efecto estar, en la posición de quien está excluido, es una fuerza de gran potencia en los triángulos.

Los patrones en un triángulo cambian cuando aumenta la tensión. En períodos de calma, dos de las personas son cómodamente los “internos/cercanos”, y la tercera persona es un “externo/excluido” incómodo y distante. Los internos excluyen activamente al externo, y el externo intenta acercarse a uno de ellos. Siempre hay alguien incómodo buscando el cambio dentro de un triángulo. Los internos consolidan su vínculo al elegirse entre sí en lugar de elegir al externo, quien se siente menos deseable. Cuando alguien elige a otra persona en lugar de a uno, surgen sentimientos particularmente intensos de rechazo.

Al surgir una tensión de una intensidad de suave a moderada entre los internos, el más incómodo de ellos se acercará al externo. Uno de los internos originales se convierte ahora en el nuevo externo y el externo original es ahora uno de los internos. El nuevo externo hará movimientos automáticos y reactivos predecibles para restaurar su cercanía con uno de los internos. A niveles moderados de tensión, los triángulos habitualmente tienen un lado en conflicto y dos lados en armonía. El conflicto no es propio de la relación en la que existe, sino que refleja el funcionamiento general del triángulo.

A un alto nivel de tensión, la posición del externo se vuelve la más deseable. Si se desarrolla un conflicto importante entre los internos, uno de ellos se cambia a la posición de externo al conseguir que el externo actual se pelee con el otro interno. Si la maniobra del interno tiene éxito, obtiene la posición más cómoda de observar a los otros dos pelearse. Cuando la tensión y el conflicto disminuyen, el externo intentará volver a convertirse en interno.

Los triángulos contribuyen significativamente al desarrollo de problemas clínicos. Por ejemplo, ser !8 empujado desde una posición interna a una posición externa puede desencadenar una depresión o incluso una enfermedad física, o dos padres que se centran intensamente en lo que está mal en un hijo puede provocar una rebelión seria en el hijo.

Ejemplo

Miguel y Marta fueron muy felices durante sus primeros dos años de matrimonio. A Miguel le gustaba tomar las decisiones importantes, y Marta se sentía cómoda con la “fortaleza” de Miguel. Después de algunas dificultades para embarazarse, Marta concibió durante el tercer año del matrimonio, pero fue un embarazo difícil. Sufrió de muchas nauseas durante el primer trimestre y tuvo problemas de presión arterial y aumento de peso conforme avanzaba el embarazo. Con frecuencia le platicaba a Miguel sobre sus inseguridades acerca de ser madre. Miguel era paciente y la tranquilizaba, pero también comenzó a criticarla por ser “infantil”.

Análisis: El embarazo trae más presión a Marta y a la relación marital. Miguel aparentemente apoya a Marta, pero se vuelve reactivo al escuchar de sus ansiedades. La ve como teniendo un problema.

Después de un largo trabajo de parto, nació una niña a quien llamaron Amy. Marta estaba exhausta y no estaba preparada para abandonar el hospital cuando su doctor la dio de alta. Durante los siguientes meses, comenzó a sentirse cada vez más abrumada y extremadamente ansiosa por el bienestar de la pequeña bebé. Buscó apoyarse en Miguel, pero él regresaba más tarde que antes de la oficina y Marta sentía que él la criticaba mucho por sus problemas de adaptación y que no validaba sus preocupaciones por la bebé. Había mucho menos tiempo para que ellos estuvieran juntos, y cuando lo había, Miguel se quejaba de sus problemas de trabajo. Marta comenzó a preocuparse más por asegurarse que Amy, al ir creciendo, no desarrollara las mismas inseguridades que ella. Para lograr esto, le daba la mayor atención posible y la premiaba constantemente por sus logros. Era más fácil para Marta enfocarse en Amy que hablarle a Miguel. Reaccionaba intensamente a sus críticas, reales o imaginarias. Miguel y Marta dedicaban cada vez más de su tiempo juntos a hablar acerca de Amy en lugar de hablar acerca de su relación.

Análisis: Martha es la que está más incómoda con el aumento de la tensión en el matrimonio. La creciente distancia emocional en el matrimonio es equilibrada al sobreinvolucrarse Martha con Amy y Miguel con su trabajo. Miguel está en la posición externa en el triángulo parental, Martha y Amy están en las posiciones internas.

A medida que Amy crecía, demandaba más del tiempo de su madre. Marta sentía que no le podía dedicar suficiente tiempo y que Amy jamás estaría satisfecha. Miguel estaba de acuerdo con Marta en que Amy era muy egoísta y le molestaban sus berrinches cuando no se la complacía. Sin embargo, si Miguel se excedía al criticar a Amy, Marta la defendía diciéndole a Miguel que estaba exagerando. Empero, cuando aparecían tensiones entre Marta y Amy, Marta presionaba a Miguel para que pasara más tiempo con Amy para reafirmarle que la amaban. Él accedía a sus presiones, pero internamente pensaba que estaban siguiendo una política de aplacamiento que estaba haciendo que Amy se volviera más exigente. Miguel pensaba que, si Marta tuviera la madurez de él, Amy sería un problema menor, pero a pesar de eso, generalmente seguía el ejemplo de Marta con relación a Amy.

Análisis: Cuando aumenta la tensión entre Marta y Amy, Miguel se pone del lado de Marta estando de acuerdo en que el problema es Amy. El lado conflictivo del triángulo cambia entonces de estar entre Marta y Amy a estar entre Miguel y Amy. Si el conflicto se intensifica demasiado entre Miguel y Amy, Marta se pone del lado de Amy, el conflicto pasa a estar entre el matrimonio, y Amy obtiene la posición más cómoda, la externa.